Cráteres para la paz
Cómo el complejo militar-industrial sobrevivió al desarme
En 1959, el jefe de estado de la UniónSoviética, Nikita Kruschev, había llamado en las Naciones Unidas a terminar la carrera armamentista y los ensayos nucleares que habían contaminado gravemente el aire en todo el mundo. Además, Kruschev había prometido un tratado de paz para una Alemania neutral y reunificada. Y había convocado a una cumbre en París para sellar los nuevos acuerdos. Pero el gobierno del General Dwight Eisenhower y el “complejo militar industrial” se oponían, el fin de la Guerra Fría habría puesto en riesgo su poder. ¿Cómo hicieron para hacer fracasar la cumbre? Hay una versión oficial y una historia que se cuenta en ese documental por primera vez.
Según la historia oficial la Cumbre de París fracasó por los estallidos de rabia de Kruschev, por un U-2, un avión espía de la CIA. La historia oficial responsabiliza a los soviéticos de la división de las dos Alemanias y niega la existencia de los ensayos nucleares en la Patagonia. E inventa, al mismo tiempo, un “secuestro heroico” de un criminal de guerra nazi por agentes israelíes. El terremoto en Chile lo describe como una catástrofe natural.
Pero en los archivos de los EE.UU., Alemania, Argentina y la Iglesia Católica se encuentran documentos sobre la „fábrica de inteligencia“ de la CIA del Mayo del 1960 que demuestran que había pasado verdaderamente. La CIA y el Pentágono realizaron varias operaciones encubiertas, recurriendo a provocaciones durante la Cumbre como la toma de rehenes y ensayos nucleares en Argentina. Estos ensayos terminaron en una catástrofe, murieron miles y tuvieron que tapar todo.