Negreros y Usureros de Augsburgo - (Octubre 2020)
Hasta hace poco, se enseñaba a los alumnos latinoamericanos que la Reina Isabel la Católica había empeñado sus joyas para financiar el viaje osado de Cristóbal Colón. Pero la historia no fue así. Fueron los banqueros de Augsburgo (Alemania) que financiaron el “descubrimiento” de América. Pero el gobierno español todavía celebra el genocidio de la población indígena como parte de su “conquista gloriosa” - y no quiere dejar que este orgullo nacional se estropee por los monumentos demolidos. Festeja hasta hoy el 12 de octubre como el "Día de la Hispanidad", anteriormente el “Día de la Raza”. Al mismo tiempo, limita el acceso a los documentos históricos. El poder de la interpretación de los acontecimientos históricos de hace más de 500 años sigue estando en manos de los monarcas, de la iglesia y en el Archivo de las Indias en Sevilla.
Fueron las familias patricias, los Fugger y los Welser de Augsburgo, que prestaron mucho dinero a la dinastía de los Habsburgo: para los gastos de la corte, para las cruzadas contra los campesinos rebeldes y contra el comienzo de la Reforma Protestante, y también para la conquista del Nuevo Mundo, en América, que aún se pensaba que formaba parte de la India. Carlos V - Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico – había nombrado en 1528 a la familia de Welser como gobernadores de la actual Venezuela. No se fijó una frontera sur, se dijo: "de un mar a otro". La distancia que esta tierra firme alcanzaba al sur no se mostraba aún en los mapas, pero probablemente se suponía que era una zona desde el Caribe hasta el extremo sur del continente.
A los Fugger, Carlos V les había concedido una región diferente, la mitad de América Latina. Pero al final evitaron cualquier ocupación real. Los Fugger volvieron a su verdadero negocio: las transacciones financieras con la corte española y el comercio global, incluyendo el trafico de esclavos. Carlos V debía su elección como emperador a los banqueros alemanes. En una carta, Fugger le recordó más tarde: "Su Majestad Imperial no habría obtenido la Corona Romana sin mi ayuda".